lunes, 29 de septiembre de 2014

Pequeño x pequeño = pequeñisimo

Este año conocimos a David, un ingeniero brasileño casi chileno que hace unos diez años inició la plantación de Sauvignon Blanc en Las Dichas. Su sueño es vivir el vino. Después de la primera conversación iniciamos rápidamente una especie de minga (trabajo colectivo a favor del bien común), mientras está en Brasil nosotros le cuidamos la vendimia y cada 2 semanas cuando viene al campo discutimos, trabajamos y cavilamos juntos. Nos convida espacio para algunas de nuestras barricas en su chorísima bodega hecha con mucho ingenio, cuatro cubas y cuatro containers.

Al tiempo surgió la idea de agruparnos, asociarnos y cooperar.  Junto a otros pequeños productores empezamos a dibujar lo que será el “grupo de vinos de autor”, todos los reclutados somos de Casablanca, todos estamos motivados, todos somos amigos y todos remando para el mismo lado, prestándonos cosas, conocimientos, experiencias. Veremos con el tiempo cual será el derrotero, hay paciencia, hay fe.

Estábamos en esto cuando David, invitado por un importador brasileño, asiste a mostrar sus vinos (y los nuestros) a una feria en el estado de Rio Grande do Sul, los vinos gustan y son comentario entre el público. Hubo interés, se negoció y se cerró, finalmente habrá exportación! En 2 semanas hay que embarcar, nos pasamos noches pintando y escribiendo etiquetas, haciendo tramites, certificados, después 2 días vistiendo botellas, finalmente la carga está terminada, nuestras primeras 1020 botellas al extranjero.

Curioso, son justamente brasileños quienes se detienen en el entretenido Rio-Tinto de Casablanca, recorren, prueban, comprar, preguntan. Brasileños que bajan de Valle Nevado y que antes de volver a su país van de paseo a Viña y Valpo, haciendo un aro en la ruta 68. Javiera está los jueves y viernes con degustaciones, promoviendo nuestro syrah y conversando con los clientes.

Todo este movimiento agotó el inventario del primer lote 2012 (de 1420 botellas) por lo tanto la semana pasada estuvimos afanados preparando un nuevo envasado. Entonces del total de 3.800 litros de esta cosecha envasamos 1.000, ahora otros 1.000 dejando 1800 litros para una tercera producción que vendrá más adelante. Fueron jornadas de mucho trabajo, tardes divertidas donde la familia se convoca, donde cada uno tiene su rol y todo se hace con alegría, disfrutando la jornada y celebrando al terminar con éxito la faena.



Seguimos adelante sabiendo que el camino es la meta.

Turistas brasileños en Rio Tinto, degustando Tinta Tinto!



Enjuagando botellas


"Vista aérea" de la planta de envasado jajaja


La colorina pintando etiquetas para la exportación

La carga lista para embarcar